A las 6 am ha sonado nuestro
despertador para poner inicio a nuestro periplo vietnamita. Lo primero del día
ha sido bajar a desayunar. El hotel dispone de un buen buffet pero como siempre
ocurre, el primer día hasta que te haces al país, costumbres y horarios no
tenemos demasiado hambre. Unas tostadas, algo de fruta, yogurt y un par de
cafés será nuestro primer desayuno.
Nuestro hotel está situado en el
histórico barrio antiguo, que para estas horas está vibrante de actividad
comercial, sus bulliciosas motos, sus vendedoras ambulantes y lleno de aromas.
Este barrio es el corazón de Hanói. Sus estrechas calles y congestionadas
aceras, hacen que pasear en paralelo dos personas sea casi imposible. Pero pese
a todo, hay que mirar también hacia arriba. Este barrio está lleno de magníficos
edificios antiguos.
Nuestros pasos nos han dirigido
en primer lugar al lago Hoan Kiem para ver el templo Ngoc Son que está en una
de las islas del lago a la que se accede por un bonito y fotogénico puente
rojo. La entrada nos ha costado 30000 dongs. Este templo rinde honor a Tran
Hung Dao héroe que libero Vietnam de los mongoles.
Cuenta la leyenda que el emperador Le Loi recibió del lago una espada mágica como ofrenda de los dioses. Con dicha espada, el emperador echó a los chinos de Vietnam. Un día, después de su victoria, cuando daba un paseo en bote por el lago, se le apareció una tortuga dorada del fondo del mismo y le quitó la espada para devolverla a su lugar de pertenencia.
Cuenta la leyenda que el emperador Le Loi recibió del lago una espada mágica como ofrenda de los dioses. Con dicha espada, el emperador echó a los chinos de Vietnam. Un día, después de su victoria, cuando daba un paseo en bote por el lago, se le apareció una tortuga dorada del fondo del mismo y le quitó la espada para devolverla a su lugar de pertenencia.
Hoan Kiem
significa, literalmente, “Espada restablecida”, por lo que el lago de Hoan Kiem
es el lago de la Espada restablecida.
Esta isla es un pequeño remanso
de paz, dentro de la caótica ciudad. Después de ver tranquilamente el templo,
hemos paseado por los alrededores del lago, donde se veía gente practicando thai
chi. Todas las mañana se junta un buen número de personas en las orillas de
este lago para practicar este tradicional deporte.
Casi por casualidad, hemos dado
con el teatro de las marionetas de agua, que está situado en una de los
extremos del lago, muy cerca del puente que da acceso al templo. Como traíamos
la idea desde España de ver una representación, decidimos coger las entradas
para una de las funciones de esta tarde. Han sido un poco caras 100000d pero
todo el mundo comenta que merece la pena ver un pase, así que luego os
contamos.
Sobre las 9 am hemos quedado con
una persona de la agencia Blue Dragon con quien hemos contratado nuestra visita
a halong bay, así que de nuevo volvemos al hotel. Muy amablemente los empleados
del hotel nos sirven dos zumos para que nos refresquemos un poco mientras
esperamos. El calor a estas horas de la mañana empieza a notarse. No hay que
desesperarse con el horario vietnamita, porque no sirve de nada, pero puntuales
no se puede decir que sean.
Tras concretar con la chica de la
agencia horarios, autobuses, barcos, comidas y demás temas de la excursión que
tenemos previsto hacer mañana, nos ponemos en marcha, dirección al lago, ya que
en el otro extremo hay un centro comercial, y vamos para ver si nos compramos
algo de ropa, y muda, ya que ayer no encontramos nada que nos gustase. Aquí el
termino tienda es muy diferente al que tenemos en España. Aquí una tienda es un
local, donde está toda la familia, donde es fácil ver gente durmiendo por los
suelos, llena de ropa, en un orden desordenado y donde todo es de muy baja
calidad y por supuesto todo lo que encuentres es una imitación. Así que esperemos
que el centro comercial sea algo mejor.
El centro comercial se llama
Trang Tien Plaza, y si vas con la cartera llena de billetes este es el sitio
ideal, por supuesto no es nuestro caso. Nos ha llamado la atención, porque aquí todos los productos tienen
precios españoles y en algunos casos hasta más altos, así que solamente se veía
extranjeros comprando. Nosotros únicamente hemos comprado una pantaloneta y dos
pares de calcetines.
El resto de la mañana la hemos pasado callejeando por el
barrio antiguo "old quarter", es la mejor forma de pasar el tiempo en
Hanói, perderse por sus calles. Además aún tenemos que comprar alguna camiseta,
uff que pereza el regateo.
Hay más de 50 calles en el barrio actual y todas ellas
comienzan por Hang "mercancía" seguidas de la palabra relacionada con
el producto vendido en esa calle. Unas calles se abren mientras otras se
estrechan, es un laberinto de callejones. La oportunidad de comprar en este
barrio son interminables, gafas de sol, camisetas, ropa interior, comida, artículos
de ferretería, farmacias, joyas...lo que desees, pero eso sí, todo imitaciones.
Durante nuestro paseo por las
estrechas y caóticas calles, damos con el tempo de Bach Ma. Este templo pequeño
budista en cuanto a tamaño, es el más antiguo de la ciudad y bien merece una
visita.
Continuando con nuestro paseo,
hemos encontrado un pequeño restaurante que estaba lleno de occidentales, eso
nos ha dado confianza, así que como ya es la hora de comer, hemos decidido
sentarnos en una de sus mesas. Hoy hemos probado unos rollitos vietnamitas
fritos con noodles y otros frescos con vegetales. Estas delicias las hemos
acompañado de dos buenas cervezas halida. No recordamos bien cuanto hemos pagado por
la comida, pero ha sido alrededor de 7 euros. Y ciertamente estaba buenísimo.
Los noodles, una especie de espaguetis de arroz, son un poco sosos, pero los rollitos estaban
muy ricos, sobre todo destacan los fritos. Para pedir rollitos en las cartas
vienen como spring rolls.
Por la tarde hemos continuado con
nuestro paseo sin rumbo establecido hasta que hemos llegado a la catedral neogóticade San José, también conocida como la pequeña Notre Dame. Lo más vistoso de esta catedral son sus campanarios y sus vidrieras.
De normal se puede acceder a su interior, pero no sabemos si por la hora o por
qué pero estaba cerrada, así que nos conformamos con verla desde afuera.
Entre la catedral y el lago hemos
encontrado una pequeña plaza, que a la tarde se llena de críos jugando al
futbol con una enorme estatua de Ly Thai To. Es una gran estatua en bronce que
fue construida para homenajear a uno de los personajes más importantes de
Vietnam, es el fundador de la dinastía Ly que gobernó durante 200 años, desde
1009 a 1225. Este personaje cambió la capital desde Hoa Lu (en el norte en la
provincia de Ninh Binh) a Hanoi. Delante de esta estatua hay unas escaleras
adornadas con bonsáis (algo común en todo Vietnam) y hay también flores como
ofrenda. Es una plaza bonita rodeada de árboles
Se nos está acercando la hora del
teatro de marionetas, así que hemos decidido picar algo antes de entrar. Hoy
cenaremos en dos veces, porque ahora es pronto para cenar, pero seguramente
cuando termine la obra será ya algo tarde para cenar. Así que buscamos un local
donde comer algo rápido. Le estamos cogiendo gusto a los rollitos, así que
pedimos unos en esta ocasión estaban empanados en ralladura de coco, ummm
deliciosos. Por supuesto no hemos podido resistir la tentación de probar otra
cerveza autóctona, así que en esta ocasión pedimos una Bia Ha Noi.
La obra de teatro ha estado
entretenida, ha durado una hora más o menos. Es interesante ver estos montajes
ya que en España son imposibles de ver, y no son demasiado difíciles de seguir,
ya que no hay diálogos y las marionetas están acompañadas exclusivamente por
música tradicional. Este grupo está compuesto por flautas, gongs, tambores,
xilófonos y una cítara de una sola cuerda
Las actuaciones consiste en
representar escenas de la vida cotidiana y leyendas. Una de las escenas
representa la lucha de un pescador y su presa, otra es de un hombre tocando la
flauta a lomos de un búfalo. También hay dragones que echan fuego por la boca,
esta escena es de las más espectaculares.
Al termino de la función y camino
del hotel, paramos a terminar de cenar, en esta ocasión un plato de arroz frito
con cerdo. Hace demasiado calor, y solo nos apetece beber algo fresco más que
comer. Así que con un solo plato hacemos los dos. Lo divertido ha sido comer el
arroz con los palillos. Poco a poco le estamos cogiendo el truco. Seguramente
en unos pocos días ya no usemos tenedores.
Con esta cena, y un pequeño paseo
hasta el hotel ponemos fin a nuestro día. Hoy hemos paseado bastante y hemos
soportado un calor pegajoso que nos han dejado agotados.