Hoy por fin ha dejado de llover, es una agradable sorpresa. Rápidamente hemos bajado a desayunar, ya que parece que
podremos ir a tam coc, por fin podremos hacer algo. Dos huevos fritos con tostadas y unos cafés nos alegran
el madrugón.
Aproximadamente el viaje dura dos
horas hasta Hoa Lu. En Vietnam a la hora de planificar un desplazamiento debes
tener en cuenta que el estado del tráfico y de la carretera no se parecen en
nada a Europa, con lo que siempre te costará alrededor del doble de tiempo que
te llevaría en España.
Hoa Lu es un lugar importante en
la historia del país, ya que durante las dinastías Dinh y Le fue la capital del país (8968 - 1009 d.C.).
Este sitio fue elegido por estar alejado de China. La pena es que en la actualidad
la antigua ciudadela está en ruinas, pese a ello es un sitio interesante de
ver. En bastante buen estado están los dos templos que aún quedan en píe. Uno
de ellos es Dinh Tien Hoang dedicado a la dinastía Dinh, el otro templo está
dedicado a Le Dai Hanh.
Sobre las 12 p.m llegamos al
pueblo de Tam Coc y antes de coger las barcas que nos llevarán por el río,
entramos a comer en uno de los pocos sitios que aquí hay para ello. Se trata de
un restaurante bastante grande que dispone de un buffet razonablemente bueno.
Por supuesto es comida vietnamita, pero no hemos venido hasta aquí para comer
tortilla de patata...
Después de disfrutar de nuestra
comida, y embadurnarnos de crema (esto os lo recomendamos, porque no veáis como
pega aquí el sol, esto es un horno) y
antimosquitos vamos al pequeño embarcadero, situado justamente enfrente del
restaurante para coger nuestra barca. El tramo del río Ngo Dong que vamos a
navegar es el conocido como Tam Coc que literalmente significa tres cuevas, ya
que se navega por tres cuevas diferentes Hang Ca, to Hang Hai y Hang Ba y son
el único punto del río en donde podréis refugiaros del sol.
Es una excursión agradable de
unas dos horas, ya que se respira tranquilidad por todos los lados, pese al
gran número de embarcaciones que lo navegan, el paisaje embelesa tanto al turista
que apenas se oye hablar a la gente. Los vietnamitas comparan este paisaje con
Halong Bay, y no nos pareció excesiva la comparación.
Es un lugar idílico para los
amantes de las fotografías, que además del paisaje, disfrutaran sacando fotos a
las chicas que llevan las barcas, ya que en lugar de las manos utilizan los
pies para remar. Nosotros fotos hemos sacado la tira, pero luego habrá que ver cuántas
son validas. Siempre nos ocurre lo mismo.
Al llegar al embarcadero, pese a
que ya hayáis pagado la excursión, la chica que ha estado remando, en una voz
baja os dirá: tip, money, tip, money.....por supuesto sobra decir que no es obligatorio
dar de nuevo dinero por algo que ya has pagado. Pero como son grandes jugadores
de mus estos vietnamitas se la juegan a chicuela...
Nada más bajar de la barca, en cuanto pongáis un píe en el embarcadero, se acercan dos chicas, con una foto plastificada de vosotros en la embarcación !!! si durante el trayecto veis barcas con solamente un pasajero autóctono con una réflex sacándoos fotos, no es porque os hayan confundido con alguien famoso, es porque luego os la querrán vender. A nosotros nos pareció un bonito recuerdo y por un dólar la cogimos, pero nosotros no regateamos, con lo que se puede sacar algo más barata.
Nada más bajar de la barca, en cuanto pongáis un píe en el embarcadero, se acercan dos chicas, con una foto plastificada de vosotros en la embarcación !!! si durante el trayecto veis barcas con solamente un pasajero autóctono con una réflex sacándoos fotos, no es porque os hayan confundido con alguien famoso, es porque luego os la querrán vender. A nosotros nos pareció un bonito recuerdo y por un dólar la cogimos, pero nosotros no regateamos, con lo que se puede sacar algo más barata.
Después de refrescarnos un poco
en un puesto ambulante, con un poco de agua, en el mismo restaurante donde
hemos comido alquilamos un par de bicis. Pese a que el calor es asfixiante, nos
apetece recorrernos los alrededores del pueblo, para ver un poco la vida más
rural. Nosotros anduvimos alrededor de unos 45 minutos, con lo que tampoco
tuvimos tiempo de alejarnos demasiado, pero hemos visto paisajes bonitos, donde
hemos podido sacar alguna que otra foto. Ha estado bien el paseo, entretenido.
Nada más dejar las bicis en el restaurante cogemos el autobús de vuelta a Hanói. Se agradece el aíre acondicionado, porque ha sido un día muy caluroso. Aprovechamos la vuelta, para descansar un ratito, a ver si cuando lleguemos podemos seguir callejeando por Hanói.
Nada más dejar las bicis en el restaurante cogemos el autobús de vuelta a Hanói. Se agradece el aíre acondicionado, porque ha sido un día muy caluroso. Aprovechamos la vuelta, para descansar un ratito, a ver si cuando lleguemos podemos seguir callejeando por Hanói.
Al llegar a Hanói, lo primero que
hemos hecho viendo la mejoría del tiempo, es acercarnos hasta la agencia de
viajes para reservar el crucero en Halong bay. Hemos cambiado por completo
nuestros planes, pero no podemos irnos de Hanói sin ver esta maravilla de la
naturaleza. Así que a nos hemos acercado al hotel, para tener acceso a internet
y poder cambiar las fechas del hotel de Hue. Realmente, lo único que hacemos es
cancelar la primera noche, y en lugar de hacer dos noche en Hue, haremos una.
Después de darnos una ducha,
hemos ido a la agencia donde cogimos el billete del sleeping bus para Hue para
retrasarlo un día. En Vietnam es muy fácil cambiar los planes y modificar
fechas o anular reservar. Nadie te pone ninguna pega.
Ya con la satisfacción del deber
cumplido, nos echamos a la calle en busca de un lugar donde poder cenar algo.
No muy lejos del hotel, hemos encontrado un sitio donde sirven pizzas, así que
por cambiar un poco y variar nos sentamos en la pequeña terraza, a degustar una
de cuatro quesos acompañada de una cerveza bien fría.
Hoy nos apetece conocer la noche vietnamita, así que hemos ido a una de las calles de marcha de la ciudad, donde nos hemos tomado un par de cervezas en dos locales distintos. Uno de ellos tenía música en directo. Aquí la marcha es muy diferente a España. Ellos están sentados charlando de sus cosas y bebiendo cerveza y comiendo pipas, muchas pipas. Son un poco bulliciosos, pero nadie está de pie en las barras o bailando. Ha sido curioso.
Hoy nos apetece conocer la noche vietnamita, así que hemos ido a una de las calles de marcha de la ciudad, donde nos hemos tomado un par de cervezas en dos locales distintos. Uno de ellos tenía música en directo. Aquí la marcha es muy diferente a España. Ellos están sentados charlando de sus cosas y bebiendo cerveza y comiendo pipas, muchas pipas. Son un poco bulliciosos, pero nadie está de pie en las barras o bailando. Ha sido curioso.