Hanoi. 24 Junio 2015

Sí las previsiones meteorológicas para hoy eran malas, han acertado de pleno. El día a comenzado con la tormenta tropical, que ayer entraba por la bahía de Halong, sobre el cielo de Hanói. Esto ha hecho que sea imposible ir a la pagoda del perfume como teníamos previsto. Otra vez tenemos que cancelar nuestros planes.

Con este panorama sobre nuestras cabezas, hemos decidido ir después de desayunar al aeropuerto a recoger nuestras maletas. La broma nos ha costado 30 euros, ya que hemos tenido que ir en taxi.
Ya con nuestras mochilas cargadas en el taxi, vamos al hotel a dejarlas, pero en esta ocasión al que habíamos reservado para esta noche.

Hemos decidido ponerle al mal tiempo buena cara, así que chubasquero en mano, nos lanzamos a recorrer lo que queda de Hanói. Nos hemos propuesto darle esquinazo a la tormenta.

Nuestro primer destino ha sido el mercado de Dong Xuan donde late el verdadero corazón comercial de Hanói. Especializado en la venta textil al por mayor sobre todo camisetas, encuentras cualquier producto en su interior. El exterior está rodeado de puestos de pescado, fruta y verduras y animales. Es impresionante la actividad que se respira aquí. A nuestro juicio, una visita imprescindible.

Esto es un paraíso para los amantes del regateo. Como consejo a la hora de regatear en el hotel nos comentaron que sobre el precio dado por el comerciante, hay que bajarle entre el 50% - 70%. Y en cualquier caso abran negociado ellos mejor....seguro que en el puesto de al lado lo tienen más barato.

Hemos pasado un rato largo recorriendo el mercado más grande y antiguo de Hanói y sus calles aledañas llenas de puestos de comida. Muy curioso.

Después de tomarnos un café, decidimos seguir con nuestro húmedo paseo. La lluvia aparece y desaparece sin avisar. No tenemos excesivamente andarín el día, así que negociamos con un ciclo un precio justo para ir al templo Quan Thanh Tras un rato de regateo, hemos llegado a un acuerdo. 130000 Dongs. Cuando os toque negociar el precio debéis dejar claro que el precio acordado es por las dos personas, ya que en ocasiones intentan doblar el precio acordado en el momento del pago alegando que el precio era para un pasajero. Pese a que nosotros dejamos este punto claro, a la hora de pagar el tipo nos pedía 10000 dongs más de lo acordado. Seremos malos negociando y regateando, pero tenemos claro que el precio acordado, es el precio acordado, así que ni un dong más !!!

Este templo está dedicado a Buda y sus discípulos fieles. La visita a este pequeño templo es más o menos rápida.

Desde aquí nos ponemos rumbo al lago Tay ho, el más grande de la ciudad. Este lago no ofrece gran cosa para visitar. Si lo haces en bici o moto puedes recorrerlo por una carretera que lo rodea por su orilla, pero es enorme para hacerlo andando.

De este lago vamos hasta la pagoda Tran Quoc, situada entre el lago Tay Ho y el lago Truc Bach. Esta pagoda es una de las más antiguas de Vietnam, a la vez que una de las pagodas con más encanto.
La pagoda ha sido construida siguiendo los diseños budistas. Posee tantos niveles como estados existen, es decir 11. Un total de 15 metros de altura. Una de las curiosidades de la pagoda es que en los patios que la rodean hay un árbol bodhi procedente de la India. Se dice que este árbol proviene de otro en el que se cree que Buda alcanzó la iluminación.

Pese a que el tiempo sigue revuelto y la lluvia aparece y desaparece, decidimos en un golpe de valentía, o inconsciencia quien sabe, volver paseando hasta el barrio antiguo con la intención de comer algo por allí.

El paseo no es tan largo, así que en poco más de 35 minutos llegamos al lago Hoan Kiem, en cuyo extremo hay un restaurante con una terraza que está muy bien. El primer día nos dieron bien de cenar. Hoy comeremos unos rollitos fritos de pescado y unas tostadas de pan de ajo con queso fundido. Por supuesto no puede faltar las buena hidratación, así que dos cervezas Bia Ha Noi, nos ayudaran a recuperar sales.

Mientras estábamos comiendo ha comenzado a llover a mares. Así que hemos tenido que pasar un par de horas en la terraza del restaurante a resguardo. Hemos aprovechado para repasar la guía y el mapa de Hanói mientras nos comíamos un crepe de chocolate, no queremos dejarnos de ver nada,

Viendo que no dejaba de llover con fuerza, decidimos pasar por el hotel a ducharnos y seguir con el trabajo de buscar información sobre Hanói y Halong bay.

A la hora de cenar, no nos hemos ido muy lejos del hotel, a un pequeño restaurante donde nos han dicho que nos sirven las famosas sopas vietnamitas, ya que en el resto de restaurantes donde hemos preguntado, solamente las sirven para desayunar. Las sopas en cuestión son de Noodles, muchísima cebolla con algo de perejil. Una de ellas era de pollo y la otra de cerdo. Las sirven acompañadas de un par de rodajas de limón y de un poco de picante. A nosotros no nos ha dicho demasiado esta sopa. De hecho nos sabía igual la de cerdo que la de pollo. Para nosotros han sido un poco insípidas. Pero hay que probar de todo para después poder opinar.

Después de cenar, vuelta al hotel para cancelar reservas en los hoteles, buscar vuelos, y ver las alternativas que tenemos para visitar la preciada Halong bay, y para intentar ir mañana a Tam Coc.

Siempre que nos deje nuestra amiga la tormenta tropical, claro.