Halong Bay - Hue. 27 Junio 2015

Nuestra forma de despertar hoy no puede ser más curiosa. A las 5.30 am ha sonado nuestro despertador, puesto que a las 6 am nos esperaba el capitán del barco en la terraza del mismo para hacer tai chi. No hemos hecho tai chi en nuestra vida, y la primera vez que lo practicamos es a las 6 de la mañana....estamos locos!!

El tai chi es un arte marcial con aplicaciones terapéuticas originario del imperio chino, y cuya práctica está relacionada con la consecución de un mayor equilibrio físico y psíquico. Es una disciplina muy practicada en Vietnam. En primer lugar hemos practicado una serie de movimientos suaves, como en cámara lenta. A continuación solamente las mujeres han practicado con un abanico y con posterioridad los hombres hemos practicado la disciplina más bruta del tai chi...a ver quién es más macho y hace más flexiones y más fondos. Y como somos como somos y eso de quedar últimos no nos gusta a ninguno, creo que tendré agujetas hasta el 2020!!!

Ha sido un madrugón pero un madrugón interesante y divertido.

Tras la merecida ducha, después del ejercicio, hemos ido a recuperar fuerzas en nuestro desayuno buffet a base de revuelto de verduras, diversas frutas, zumo y café.


Sobre las 8 am nos hemos subido a los botes con dirección a la cueva Hang Sung Sot (cueva del Aturdimiento), La cueva Hang Sung Sot es famosa porque en su interior se encuentra una roca con forma de miembro viril, aunque también se encuentran formaciones con forma de budha, tortuga o la cola de un dragón. Los franceses llamaban a este lugar Isle de la Surprise. Está compuesta de 3 cámaras distintas (la famosa roca, se encuentra en la primera cámara de la cueva). El acceso a la cueva es subiendo 90 escalones ya que la cueva se encuentra a 25 m sobre el nivel del mar. Y las vistas al llegar arriba son espectaculares. Desde aquí se puede sacar una de las más famosas fotografías de la bahía.

Al finalizar la visita, volvemos al barco para tomar un pequeño aperitivo antes de partir hacia Hanói. Sopa de verduras, croquetas de patata y huevo, verduras a la plancha, pollo guisado con verduras, arroz blanco y noodles ha sido el "ligero" lunch. Si estamos en este barco una semana tienen que agrandar la puerta del camarote..


La salida es igual que la llegada a la terminal marítima, un auténtico caos. Gente por todos los lados, yendo viniendo...pero al igual que al llegar, lo que a nosotros nos parece un caos, es un caos totalmente ordenado para ellos. En todo momento saben quién eres y dónde estás, así que cuando lleguéis a la terminal, sentaros, tomaros el té frío que os darán y esperar pacientemente a que vengan a buscaros. Vienen, seguro.

Al cabo de 4 horas de viaje llegamos a Hanói. Lo primero es ir a nuestro hotel a recoger el equipaje que dejamos ayer en la consigna del hotel. La consigna es un hueco debajo de la escalera, justo al lado de la recepción donde estará tu maleta y otras 20 más.

Ya con la mochila al hombro, decidimos buscar un lugar donde cenar algo rápido antes de coger el autobús hacía Hue, próxima parada en nuestro viaje.

En un bar cercano al hotel, y donde ya cenamos alguna noche atrás, comemos una pizza y nos tomamos una cerveza. No tenemos mucho hambre, pero tenemos un viaje de 12 horas por delante, así que tendremos que comer algo.

Sobre las 18.30 pm llegamos a la oficina de the sinh tourist donde habíamos cogido los ticket del bus. A esta hora habíamos quedado que nos recogían para llevarnos a la estación de autobuses. Sobre las 18.45 pm allí no venía nadie a buscarnos, así que la chica de la oficina llama a alguien para comentarles que estábamos allí y que tenían que venir a buscarnos.

Esto es el inicio de toda una odisea, o pesadilla. La chica muy amable nos dice que enseguida vienen a recogernos y que estemos tranquilos porque la estación está a 10 minutos de allí. Pero si a nosotros no nos agobia la distancia, nos agobia que el autobús sale a las 19 pm...al rato de no venir nadie, la chica vuelve a llamar, y nos dice que tranquilos que enseguida vienen a buscarnos en moto para llevarnos. ¿Qué, en moto? pero ¿será una moto para cada uno? a lo que la muchacha responde riéndose que sí. Cuando ya dábamos por hecho que perdíamos el bus, aparece un tipo en UNA moto y nos dice que le sigamos que nos lleva hasta la estación. ¿Cómo?¿que sigamos a la moto, andando?

Echamos a correr detrás de la moto, seguros de no llegar a coger el bus. Al cabo de 5 minutos llegamos a una calle donde espera una minivan llena de gente, y el tipo nos dice que nos metamos allí. ¿Pero cómo? ¿no era un autobús el que nos llevaba a Hue? el conductor de la moto y el chofer de la minivan diciendo solamente Hue, Hue, Hue a grito pelado, nos dicen que sí, que nos metamos allí. Bueno, pues nada, sin saber a donde lleva ese minivan y sin saber que hacemos allí, subimos al minivan donde ya no había sitio y sentado encima de un australiano el furgón se pone en marcha a toda leche.

Al poco rato nos paran en mitad de una calle, en mitad de ninguna parte y nos dicen que esperemos allí, en mitad de la calle al autobús. Pero, ¿esto es la estación? ¿la mitad de una calle cualquiera? no dábamos crédito a la situación. Como imaginaréis, los nervios los teníamos disparados. Efectivamente, aquello era la parada del bus. Apoyadas sobre la pared de una tienda había varias sillas plegables para sentarse a esperar, y en el suelo de la calle, más gente como nosotros esperando el bus, y con la misma cara que ponen las vacas cuando ven pasar un tren...

Al cabo de un rato de nervios y estrés aparece el autobús, que al parecer iba con prisa, porque nos hacen subir a la carrera a él. Eso sí antes nos hacen descalzarnos y poner los zapatos en una bolsa.

Y pensaréis igual que pensábamos nosotros, que buena idea, un sleeping bus para hacer el traslado de Hanói a Hue. Te ahorras una noche de hotel, y no pierdes tiempo en el viaje ya que viajas por la noche. Todo ventajas. ERROR!!! este autobús no es un autobús normal, no. Es una máquina creada para torturar a los turistas !!! Dios que viaje. Estamos convencidos que hacemos el trayecto Hanói Hue andando y no sufrimos tanto. Que agonía de viaje.

Lo único que hemos sacado de positivo de este viaje ha sido que el billete nos ha costado 13 euros a cada uno. Pero viendo las consecuencias del mismo, caro, ha sido muy caro.

El concepto del autobús está genial. En lugar de butacas normales, son butacas que van tumbadas para que se pueda ir durmiendo, y hay tres filas. Hasta aquí bien. El problema viene si mides más de 1.20 m. Entonces ya tienes un problema y gordo. O vas todo el viaje doblado en posición fetal, tocando la barbilla en las rodillas, o te cortas las piernas. Esto lo dejan a elección del consumidor. La foto explica mejor lo que vives. La parte superior del asiento está bien, es cómoda, pero el problema viene en que las piernas las tienes que meter en una especie de ataúd (señalado con una flecha en la foto), y claro este ataúd tiene fondo y lo tocas con los pies. Además hay que tener en cuenta que en ese hueco, tienes que meter tus zapatos, y todo lo que subas al bus.

Imaginaros la comodidad con la que viajaba con mi 1.80 m de estatura. Al cabo de un rato de intentar ir doblado en el asiento sin poder descansar y agarrotado, decido que lo mejor será ir tumbado en mitad del pasillo. Esto que parecería una gran idea, no lo fue tanto, ya que el pasillo del autobús es más estrecho que mi cuerpo de ancho...vamos que tumbado iba, sí, pero tuve que ir todo el viaje de costado porque de lo contrario no cabía.

De repente, en mitad de la nada, el autobús se detienen y comienzan a subir vietnamitas al mismo. y les ponen unas colchonetas en el pasillo para que vayan tumbados. Nuestra intuición nos dice que esto lo hacen los chóferes de manera "ilegal" para sacarse un sobresueldo. Estamos seguros que les cobran bastante menos que a los turista pero les ofrecen ir tumbados en los pasillos. Esto claro, me trajo a mí una discusión con uno de los chóferes, porque el listo de él quería que yo fuese en mi sitio. Por supuesto yo me negué. Entonces intento que un vietnamita fuese en mi sitio. Como imaginaréis mi respuesta fue un amable, ni de coña! yo he pagado por el asiento y ahí van mis cosas, y como yo no quepo voy en el suelo. Así que así hasta Hue, 14 horas, tumbado en el suelo de un autobús, sin pegar ojo y pensando en el dineral que iba a dejar en el fisioterapeuta al llegar a casa.

Así que si os sirve como consejo, no elijáis un sleeping bus para viajar, ni el autobús nocturno tampoco !!! aunque sea algo más caro ir en tren, o recortar costes en otras cosas y viajar en avión doméstico. Vuestro cuerpo os lo agradecerá, y vuestro bolsillo a la larga también, porque la factura en relajantes musculares será altísima.