Hue - Hoi An. 29 Junio 2015

La mañana no ha dado mucho de si, ya que prácticamente toda ella la hemos pasado metidos en un autobús viajando dirección Hoi An.

Sobre las 8 am han venido a recogernos al hotel para llevarnos a la parada de autobuses de Hue. Ayer cogimos el billete en el hotel por 5 euros, y además del trayecto Hue - Hoi An, nos incluía el traslado a la estación. No nos explicamos como aquí pueden ganar dinero.

No sé que nos ocurre con los autobuses en Vietnam, estamos gafados. Sí ayer tuve que venir tumbado en el suelo del sleeping bus, hoy he tenido que hacer todo el trayecto con el respaldo en posición de tumbado. Estaba roto y era imposible subirlo. Madre mía que suerte tenemos.

El viaje aunque no ha sido nada del otro mundo, un trayecto por carretera normal y corriente, ha sido ameno. Hemos coincidido con una pareja de gallegos y una chica madrileña, y hemos ido todo el viaje comentando nuestras experiencias en Vietnam. Ha sido agradable. Salvo el asiento, todo lo demás ha ido bien.



Sobre la 13 pm, cinco horas después hemos llegado a Hoi An. Desde la estación de autobuses hasta el centro de la ciudad es bastante sencillo ir, aunque nosotros llevábamos el mapa descargado en el móvil por si acaso. Aunque en Hoi An todo está cerca, es una ciudad muy pequeñita.

Nada más hacer el check in, hemos salido disparados a comer, parece que hoy tenemos hambre, así que tampoco hemos estado mucho rato buscando. Un restaurante cercano al hotel ha sido nuestra elección.

Hace bastante calor, así que lo primero que pedimos dos cervezas bien frías. Aquí no se qué pasa con la palabra "cold" pero es imposible que me entienda cuando pides una cerveza muy "cold". Con este calor es lo que mejor entra. Para acompañar a nuestra cerveza, pedimos un arroz con pescado y gambas. El mejor arroz que hemos comido desde que estamos en Vietnam, y como vamos cogiendo práctica con los palillos ha durado un visto y no visto. De segundo, unas alitas de pollo con salsa barbacoa.

Lo siguiente ha sido iniciar nuestra visita a la parte histórica de Hoi An. Esta es la ciudad más pintoresca de las que hemos visitado. Ha sido capaz de mantener una sugerente arquitectura y una localización privilegiada junto al río Thun Bon.

Al tratarse de una de las ciudades más visitadas de Vietnam, han conseguido mantener la ciudad antigua y todo su patrimonio cultural, como sus viejas casas de mercaderes japoneses, templos chinos y antiguos almacenes de té.

Gracias a la Unesco se han conservado más de 800 edificios históricos de la ciudad vieja. Gracias a la Unesco y a la entrada que tienes que pagar 120.000 dongs que te da acceso a diferentes edificios y templos. Únicamente te da acceso a cinco visitas culturales, museos, salas de reuniones, casas antiguas y templos. Pero la verdad es que si entras en cualquier espacio de estos y dices que no tienes entrada no plantean ningún problema en que la visites. Al menos a nosotros, que queríamos entrar en más de cinco sitios diferentes. Son 18 los lugares a visitar.

Uno de los lugares más visitados de la ciudad es el antiguo puente cubierto japonés, construido por la comunidad japonesa para poder comunicarse con los barrios chinos que estaban al otro lado del río. La entrada al puente es gratuita pero no para el pequeño templo que hay en su interior.

Otro de los lugares que hemos visitado es la sala de la congregación china de Fujian. Templo dedicado al culto de Thien Haun, deidad de la provincia china de Fujian.

Visitar una casa antigua es algo que no hay que perderse. La propietaria te ofrece una pequeña visitar por la casa y te cuenta brevemente su historia. Aunque después de la visita intentará que compres algo en su tienda de souvenirs.

El calor es insoportable, así que después de pasar un rato paseando por la parte vieja de la ciudad decidimos dar un paseo por la orilla del rio y sentarnos en una terraza a tomar una cerveza artesana y una coca cola. Por la cerveza hemos pagado 5000 dong!!! solo son 25 céntimos de euro!!!  que buena estaba.

Hoi An al atardecer tiene algo distinto al resto de las ciudades que hemos visitado. Es una ciudad de luz tenue pero a la vez colorida. Es preciosa. Además hoy da la casualidad que es la fiesta de la luz, donde la gente lanza cientos de velas de la suerte al rio, y las calles están llenas de farolillos encendidos, y de sus vendedoras. En cada rincón de la ciudad encontraras una vietnamita intentando venderte una vela por un dólar. Aquí en Vietnam todo vale un dólar. La estampa de la ciudad a la luz de estos farolillos es impresionante.

El calor no afloja, y aunque no tenemos muchas ganas de cenar, nos sentamos en una terraza en la orilla del rio a comer algo. Unos spaghettis con calamares y otros con carbonara acompañado de dos cervezas heladas harán que descansemos y recuperemos un poco las fuerzas.

Después de la agradable cena, damos un pequeño paseo por la parte antigua de Hoi An. Por primera vez desde que hemos llegado a Vietnam vemos cerrar tiendas, que sorpresa.

Mañana queremos madrugar un poco para hacer alguna excursión, así que tampoco alargamos mucho el paseo y pronto nos vamos para el hotel. A ver sí tenemos suerte y refresca un poco para poder dormir.