Hue - My Son - Ho Chi Minh. 1 Julio 2016

Hoy hemos tenido que madrugar bastante. Para las 5 de la mañana ya estábamos desayunando. Vamos a ir a ver las ruinas de My Son y para evitar los calores agobiantes es recomendable madrugar. A estas horas no pensábamos que íbamos a desayunar nada, ya que al tratarse de una casa particular no creíamos que tan pronto se levantase nadie para hacernos el desayuno, pero la dueña de la casa se ha pegado el madrugón padre para hacernos café. Desde luego que se están portando en este alojamiento.

Sobre las 5.30 ha venido una minivan a recogernos al hotel para llevarnos a las ruinas. Ayer a la tarde, reservamos la excursión en el propio hotel. No recuerdo el precio exactamente pero más o menos pagamos unos 4 dolares persona por el transporte y guía.

Pero antes de iniciar el viaje, hemos pasado por unos cuantos hoteles a recoger más gente. Ya con la minivan llena nos hemos puesto en marcha dirección las ruinas. Pero antes, hemos realizado una última parada para comprar en un puesto callejero arroz estilo Hoi An para desayunar. Se trata de un arroz blanco con una especie de tomate picante. Menos mal que en el hotel no hemos desayunado porque sí nos metemos el desayuno de ayer y ahora esto...

Tras un viaje de poco más de una horita, por fin llegamos a la jungla para ver las ruinas de My Son. Menos mal que hemos madrugado porque a estas horas ya hace calor. Estas ruinas son el yacimiento con más restos Cham de Vietnam. Antes de iniciar nuestra visita hemos tenido que pasar por el centro de visitantes a comprar nuestra entrada, 100.000 dong unos 4 euros.

La pena de estas ruinas es que llegaron mucho antes las tropas estadounidenses que nosotros, y fieles a su gran cultura, y sus conocimientos en arte, decidieron que lo mejor era bombardear todas las ruinas. Así que solamente podemos ver una pequeña parte de lo que realmente era este sitio, podremos ver unos 20 templos de los 68 que existieron. Una lástima. Gracias tío Sam.

Las ruinas de My son, en otra época fue el centro religioso más importante del reino Champa y se cree que pudo ser cementerio de sus monarcas. En la actualidad este sitio es patrimonio mundial de la UNESCO.

El santuario está dividido en grupos, en 10 exactamente llamados A,B.C,D,E,F,G,H,K. Las construcciones de My Son abarcan templos, torres, tumbas y estructuras de ladrillo rojizo que van enlazando las distintas edificaciones.

Los templos de My son tienen influencias Indias e Indonesias, apreciables particularmente en las esculturas en piedra con forma de diosas. Sin embargo las construcciones más llamativas son las torres Cham. Estas torres están divididas en 3 zonas: la base (representa la tierra), la parte central (representa el mundo espiritual) y la parte superior de la torre (representa el reino entre el cielo y la tierra).

El grupo arqueológico A de My Son contenía el grandioso templo dedicado al dios Sambhubhadresvara conocido como torre A1. Los únicos restos visibles de esta grandiosa torre son una pila de ladrillos rojos rodeados de matorrales.

Los grupos arqueológicos B, C y D de My Son son los grupos que presentan un mejor estado de conservación, estos templos y construcciones están situados en el centro del complejo de My Son y sirven para hacernos una idea de lo majestuoso de este lugar hace cientos de años.

Sin duda, la visita a My Son es una de las mejores cosas que podéis hacer en Vietnam.

La visita a las ruinas se puede demorar todo lo que quieras, aquí te puedes perder. Nosotros hemos estado unas tres horas, tiempo suficiente para ver lo más destacado e importante del complejo.

La vuelta a Hoi An en lugar de hacerla por carretera, hemos preferido hacerla por el río, a bordo de un pequeño barco. No tenemos muy claro si merece la pena hacerlo así o no. Es cierto que ves cosas distintas a las que puedes ver en un viaje por carretera, también es más relajado y es algo diferente. Pero también es cierto que es mucho más lento y no sabemos si el tiempo perdido merece la pena o no. Ya que se puede emplear en Hoi An. No queremos decir que no sea bonito, porque ha estado muy bien, pero en nuestro caso, que no tenemos mucho más tiempo, ya que hoy nos vamos a Ho Chi Minh, creemos que nos hemos equivocado. En cualquier caso, ha sido muy curioso, y nos ha dado la oportunidad de tener unas cuantas fotos buenas. Sobre todo en el embarcadero, donde hemos coincidido con un grupo de niños que estaban jugando al futbol, y han estado muy receptivos a las fotos.

Sobre las 10.30 am, hemos llegado a nuestro alojamiento, donde la dueña ya nos estaba esperando para darnos el desayuno. Madre mía, pero si en Hoi An no hacemos nada más que comer. El desayuno ha sido igual que ayer....es decir bueno, contundente y grande. Aunque nos da mucho coraje dejar las verduras y la ensalada sin probar. Somos muy reticentes a probar nada que no esté previamente cocinado. Una colitis puede arruinar unas bonitas vacaciones.

En el mismo alojamiento hemos alquilado una moto de 125cc. En principio en Vietnam los extranjeros no pueden conducir sin un permiso especial, permiso que no tenemos, pero aquí la policía es muy respetuosa con los turistas y casi nunca te paran. Así que nos hemos envalentonado y por 4 euros el día completo hemos cogido la moto. Eso sí, es la moto del tío de la chica que está en recepción. Así que ni seguro, ni gasolina. Aunque llenar medio depósito nos ha costado 1 euro más. Así que por 5 euros tendremos una moto todo el día. Eso sí, con casco.

Con nuestra flamante scooter nos ponemos dirección a la playa de An Bang, eso sí con alguna que otra dificultad en los semáforos y con algún problemilla para esquivar esas motos que vienen de frente en sentido contrario. Pero finalmente, sanos llegamos a la playa. Lo primero es buscar un aparcamiento. Todos son de pago. Nada caros, por un euro lo hemos dejado debajo de una sombrilla en un bar a unos 100 metros de la misma playa.

La playa de An Bang está a unos 3 km de la ciudad y se trata de una de las mejores playas de Vietnam. Se trata de un largo tramo de fina arena, y un enorme océano algo caliente, con un horizonte interminable. Y lo que es mejor, cuatro turistas. Vamos, idílica.

Nada más llegar a la playa, somos invadidos por un grupo de chicas que nos querían alquilar un par de hamacas y una sombrilla. El precio?? igual que en primera línea de La Concha, 15000 dong, no llega al euro. Pero pese a que el sol aprieta y fuerte, decidimos irnos algo más cerca de la orilla con el fin de tener vigiladas las mochilas.

Pese a que por las mañanas esta playa es un remanso de paz, por lo que cuentan a las tardes se llena de gente local. Y ya sabemos que los vietnamitas son bastante ruidosos.

Sobre la media tarde, y ya cansados de estar en el agua y de tomar el sol, damos por finalizada nuestra jornada playera. Pero antes de ir hacia el alojamiento, nos tomamos una cervecita bien fría en el chiringuito de la playa. Hemos estado descansando un buen rato, bajo una sombrilla tirados en los sofás, y solamente hemos pagado un euro por la cerveza. Viva Vietnam.

Sobre las 16 pm nos volvemos lentamente hacia Hoi An. Ya que tenemos que devolver la moto, ducharnos, cenar algo y marcharnos al aeropuerto. La gente del alojamiento se han portado de maravilla. Después de devolver la moto, nos han dejado una habitación para que nos podamos duchar tranquilamente y cambiarnos de ropa. Nos han tratado de lujo en este sitio. Sin duda, que si vuelvo algún día a Hoi An, volveré aquí.

Agotamos nuestros últimos momentos en Hoi An paseando por la parte vieja y buscando un sitio donde poder comer algo rápidamente antes de irnos para el aeropuerto, rumbo Ho Chi Minh.

Elegimos un restaurante con una terracita para poder tomar un par de sándwich de pollo con unas patatas fritas y un ice tea. Mientras estamos cenando recibimos un mail de la compañía aérea avisando que nuestro vuelo se retrasa una hora. Menos mal, que se retrasa, porque se llega a adelantar y tenemos problemas para llegar.

A las 18.30 pm hemos vuelto al alojamiento, donde hemos quedado con el chofer que hemos contratado para que nos lleve al aeropuerto de Danang. Vamos a llegar con una hora de adelanto, uff demasiado tiempo para un aeropuerto pequeño.

Finalmente sobre las 23.30 pm llegamos a Ho Chi Minh. Menos mal que nos está esperando un chofer del hotel porque el hotel está un poco escondido en un callejón en el centro de la ciudad y habría sido un poco complicado dar con él. En fin, que ya estamos en Ho Chi Minh dando los últimos coletazos a estas vacaciones.